Jean-Christophe Maillot, coreógrafo de Les Ballets de Monte-Carlo, lleva a la Sala A de los Teatros del Canal un personal y particular viaje por el universo de 'Fausto', de Goethe, un espectáculo que se estrenará mañana, por primera vez en España, en el marco del XXIV Festival Internacional Madrid en Danza.
El director de los Teatros del Canal, Albert Boadella, ha confeasdo su admiración por el trabajo de Maillot, a quien definió como "uno de los más importantes coreógrafos de la historia de la danza" y que, a su entender, ofrece una "potencia emocional" extraordinaria en espectáculos de la talla de 'Romeo y Julieta'. "Lo que consigue en un escenario colma sobradamente las expectativas", ha asegurado.
Para Ana Cabo, directora del Festival, Maillot y Les Ballets de Monte-Carlo "revisitan la tradición de los ballets argumentales pero con cercanía y profundidad". Por su parte, el coreógrafo francés ha explicado que la génesis de este ballet que se remonta al encargo que recibió hace dos años para realizar la escenografía de su primera ópera, el 'Fausto' de Charles Gounod.
"Me angustiaba pensar en el resultado final porque trabajar con cantantes de ópera es complicado cuando estás acostumbrado a hacerlo con bailarines, siempre generosos y apasionados". Las cosas salieron "bien" pero esa desazón inicial le llevó a proponerse hacer un ballet con el 'Fausto' de Goethe, "una historia extraordinaria, un texto profundo que es preciso abordar con humildad".
A pesar de tener un compositor para la música de este proyecto, a sólo cuatro meses del estreno el elegido "cayó en depresión y decidió no seguir adelante", ha explicado Maillot. "Recordé entonces una partitura homónima de Franz Liszt que me pareció muy apropiada", ha añadido. En su coreografía, Maillot pone sobre el escenario la historia de una misteriosa relación contada con un lenguaje renovado.
Desentraña aquello que se esconde tras la música, hace entrar en escena a los 45 bailarines de su compañía y muestra la relación triangular entre tres personajes simbólicos: Margarita, el ideal femenino, belleza de cuerpo y espíritu; Mefisto, el mal absoluto, y Fausto, el ser humano dotado de un saber extraordinario pero atenazado por la muerte como límite de su existencia en la tierra.
A ellos, Maillot ha añadido la Muerte, "que tiene una dimensión permanente en los textos de Goethe". El coreógrafo ha dicho también haber evitado "el lado tétrico" de esta historia y, por el contrario, ha potenciado la parte "luminosa y de esperanza que hay en la obra". Además, el francés ha destacado la presencia en la compañía de siete bailarines españoles y ha dicho sentirse "impresionado" por la calidad del ballet en España.
Precisamente el protagonista de este espectáculo es Asier Uriagereka, que encarna el papel de Fausto. La historia de Les Ballets de Monte-Carlo se remonta al año 1911, fecha en la que Diaghilev fijó la residencia de su compañía en el Principado de Mónaco. Durante 20 años, el empresario ruso y sus colaboradores, algunos de los más importantes artistas del siglo XX, fijaron el rumbo de esta troupe internacional que revolucionó el ballet de su tiempo, pero en 1929, tras la muerte de Diaghilev, la compañía se disolvió.
Tres años después, en 1932, una nueva compañía emergió de la fusión de los Ballets de l'Opéra de Monte-Carlo y el Ballet de l'Opéra Russe en París, con Colonel de Basil, como director, y René Blue, como director artístico. Las disputas internas entre Basil y Blum desembocaron en cisma y en la posterior fundación del Ballet de Monte-Carlo (más tarde Ballet Russe de Monte-Carlo), con dirección de Massine.
Durante la II Guerra Mundial, la compañía fijó su residencia en Estados Unidos y en los años 50, comenzó una gradual disolución que se volvió imparable hasta llegar a la desaparición en la década de los sesenta. En 1985 Les Ballets de Monte-Carlo fue nombrada compañía oficial de Mónaco por la Princesa de Hanóver, de acuerdo con los deseos de su madre, Grace Kelly, Princesa de Mónaco.
En 1993, Jean-Christophe Maillot (1960, Tours, Francia) fue nombrado coreógrafo y director de Les Ballets. Sus señas de identidad son la creación de un repertorio propio, el uso de las nuevas tecnologías y su empeño por contar con la colaboración de artistas de la talla de Lucinda Childs, Karole Armitage, William Forsythe, Jacopo Godani, Nacho Duato y Sidi Larbi Cherkaoui, entre otros.
Fuente: Europa Press
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