“Me alegra volver aquí en el marco de un proyecto que aporte a la activa comunidad de la danza en Israel”, declaró Baryshnikov en el lanzamiento. “Y el solo pensar que mis fotografías pueden aportar algo, me provoca una inmensa felicidad”.
Baryshnikov ha estado en el pasado en este prestigioso centro israelí de danza y esta es su tercera visita.
El afamado bailarín estadounidense, nacido en la ex república soviética de Letonia, que paralelamente a su amor por la danza –y a la actuación cinematográfica- se ha dedicado a fotografiar principalmente paisajes y retratos, documenta el mundo del baile desde hace seis años e incluso ha publicado dos libros sobre el tema. El desafío de por medio es combinar sus propios sentimientos y sensaciones como bailarín con la expresión visual de los mismos.
Uno de los aspectos más notorios de muchas de sus fotografías, es la sensación de que capta el movimiento mismo, lo cual logra con prolongadas exposiciones y movimientos de la cámara fotográfica.
“Intento prever el próximo movimiento , ya que si el bailarín mueve su cuerpo hacia un lado, yo muevo la máquina y siento que puedo acompañarlo”, declaró Baryshnikov, agregando un comentario muy personal: “Y cuando tomo la foto, me enamoro nuevamente de la danza”.
“Baryshnikov ha estado documentando momentos mágicos e hipnotizadores de creaciones y creados claves en la danza mundial”, explicaron en el Centro Suzanne Dallal a EL UNIVERSAL. “Con algunos de ellos ha trabajado ,pero no con todos. Ha fotografiado escenas de la danza clásica, el flamenco, hip-hop y varios estilos más”.
Yair Vardi, director general del Suzanne Dallal, manisfestó su emoción por recibir la muestra de Baryshnikov en su centro. “Es un gran honor recibir nuevamente a este gran bailarín, artista y verdadero amigo, que accedió gustoso a nuestro pedido de apoyar la creación joven que se desarrolla en nuestras aulas y en Israel, una disciplina que nos parece muy importante”, dijo.
Mijail Baryshnikov nació en 1948 en Riga , ex URSS y hoy territorio de Letonia, y comenzó a aprender ballet clásico a los nueve años e edad.
De joven se incorporó a la Escuela de la Compañía de Ballet Kirov en Leningrado, en cuyo marco bailó durante cinco años, despertando entusiastas comentarios y elogios. En determinado momento, el crítico de danza del The New York Times escribió que Baryshnikov era “el bailarín más perfecto” que había visto en toda su vida.
En 1974, durante una gira de presentaciones con el Bolshoi en Canadá, desertó y pidió asilo político en Estados Unidos, que desde entonces es su casa.Durante cinco años fue el bailarín principal en el Teatro de Ballet de Estados Unidos (American Ballet Theatre) y bailó en numerosas compañías de ballet y danza moderna en el mundo.
Hoy en día dirige el Centro de Artes que fundó en Nueva York, que lleva su nombre .
Fuente: www.eluniversal.com
www.por-alegria.com
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