El Nuevo Teatro Nacional de Tokio estrenará mañana el ballet Coppélia con la coreografía del francés Roland Petit, en la que bailarán juntos los días 28 y 29 de junio la española Tamara Rojo y el cubano José Manuel Carreño.
El cubano abrirá mañana los seis días de espectáculo (del 26 al 31 de junio) con la bailarina japonesa Motojima Miwa, y en dos sesiones se subirá a las tablas con la española Tamara Rojo, algo que Carreño calificó en una entrevista con Efe como "un gran placer".
José Manuel Carreño, quien anunció el pasado 18 de junio su retirada oficial del American Ballet en 2011, permanecerá en Japón hasta el 12 de julio, cuando participará en una gala en la ciudad nipona de Nagano (centro de Japón).
Por su parte, la bailarina española del Royal Ballet de Londres, que visita el país asiático con gran frecuencia, recordó el aprecio que siente por Japón, "un país al que me encanta venir", afirmó.
Carreño recordó que aunque su compañía está en Nueva York y Tamara reside en Londres, "hemos bailado juntos en España, en Italia, en Cuba, aquí en Japón y siempre lo pasamos muy bien".
Durante dos semanas el bailarín aprovechará para impartir clases en distintos lugares de Japón, algo que acostumbra a hacer cuando visita el país, dadas las numerosas invitaciones que recibe de las compañías niponas.
Rojo destacó la importancia de compañías niponas como el Tokio Ballet o el National Ballet, además de otras privadas, y aseguró que en el país asiático "hay muchísimas más oportunidades" que en España.
La bailarina española se mostró esperanzada en que nazca una compañía de danza clásica en España y dijo que tras el cambio en el Ministerio de Cultura, "no se sabe si se empezará desde el principio otra vez, lo que sería una lástima y una pérdida de tiempo para todo el mundo".
Sobre Japón, Rojo recordó que "han invertido en cultura y en arte, pero no sólo en danza, en museos y en todo tipo de expresiones culturales. Todo esto arraigó y es un gran ejemplo de cómo se puede conseguir una tradición en 30 años".
Durante la entrevista, Rojo y Carreño coincidieron en su opinión sobre el público japonés, al que consideraron "muy culto" y gran conocedor del repertorio clásico y el nivel de los bailarines.
Sobre la crisis global y su repercusión sobre la danza, Carreño lamentó que "siempre la situación económica golpea mucho las artes", por lo que "indiscutiblemente lo sentimos también, a pesar de que bailamos para grandes compañías".
En el caso del American Ballet, "por suerte, la compañía no ha recortado en bailarines, pero sí por ejemplo en semanas de trabajo", confesó Carreño.
Fuente: telecinco.es
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